González continuó su expedición
hacia el norte del país hallando lugares mejores y más poblados. Recibió la
visita del cacique Diriangén, jefe
guerrero y valiente que vino acompañado
de 550 hombres todos en orden de guerra y sin armas. Gil, le propuso hacerse
cristiano; el dijo que le parecía bien, pero pidió 3 días de plazo para
consultarlo con sus sacerdotes, pero convencido de que los españoles eran
hombres como él y no Dioses, regresó
armado cayendo sobre el campamento español. Por la noche regresó a la aldea y
comenzó a llamar a los indios amigos para reanudar y reforzar la lucha.
Temerosos los españoles de la violencia de los asaltos indígenas y de perder el
oro acumulado se desviaron huyendo hacia el mar por otro camino.
Gil González, regresó a Santo
Domingo, da cuenta de sus viajes y decide regresar a Nicaragua, por Honduras y
averiguar en qué parte de sus costas estaba el Estrecho Dudoso.
“LA HEROICA Y DESIGUAL BATALLA PRESENTADA POR DIRIANGEN EL 17 DE ABRIL
DE 1522 CONTRA TROPAS ESPAÑOLAS MEJOR ARMADAS Y ORGANIZADAS, DEVINO CON EL
TIEMPO EN LA PRIMERA LIBRADA DE NUESTRO PUEBLO EN SU LARGA LUCHA
CONTRA EL INTERVENCIONISMO EXTRANJERO Y POR LA DEFENSA DE SU SOBERANÍA Y SU INDEPENDENCIA”.
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